Intérprete y coreógrafo radicado en Recife. Sus obras implican el movimiento del cuerpo en relación con diferentes dispositivos. Investiga las relaciones de fuerza y ​​poder del neoliberalismo hegemónico encarnado en el entrenamiento intensivo para el fin del mundo y los límites de la resistencia en la creación de imágenes, programas de performance, instalaciones, videos e intervenciones urbanas con un único objetivo: Bailar para no hacerlo. ¡No mueras!

Estudió una maestría en Historia del Arte en la UNSAM-Universidad de San Martín/Argentina, tiene un posgrado en Artes Visuales-Lenguajes Artísticos Combinados en la UNA/Argentina, y una licenciatura en Artes Escénicas en la UFPE. En 2017 comenzó su formación como terapeuta corporal - BMC Body Mind Centering. Recibió la Beca Funarte de Formación en Artes Escénicas 2016/2017, estudiando en el Centre Nacional de la Danse CND/Pantin en Francia. Participó en el Circuito Escénico Rotario del SESC en 2018 con las actuaciones “¿Cómo seguir vivo?” y “Contacto de sonido”.

Algunos de sus experimentos pseudocientíficos se centran en tecnologías corporales. Profundizan la obsolescencia programada construida a partir de patrones de comportamiento humano en relación con las soluciones alternativas, los dispositivos analógicos, la falla, el error y la catástrofe, en obras como: Diafragma: Dispositivo en versión Beta (2015), Diafragma: Ensayo sobre la impermanencia (2016) , Inundación (2016) y ¿Cómo mantenerse con vida? (2017).

Actualmente investiga bacterias in vitro en el contexto insalubre de la ciudad de Recife: una serie de procedimientos de imagen y actuación en la lucha contra los antibióticos. También presenta el Performance Parlante “Antílope” con el artista sonoro Yuri Bruscky. Desarrolla la investigación “Ruinas de un futuro que desaparece” que casi debutó en São Paulo, pero que debido a la pandemia fue pospuesta para después del fin del mundo. Su exposición “Abismos de un cuerpo que falla” fue premiada por la Residencia Artística de la Fundación Joaquim Notemos que Nabuco FUNDAJ se ha derrumbado, el artista insiste en la distopía de hackear la existencia.